El año académico 2019-2020, quizás el más inusual en la historia de la Universidad Politécnica, está terminando. Casi todo el segundo semestre, a partir del 16 de marzo, los estudiantes y los maestros no asistieron a las aulas, las clases se llevaron a cabo de forma remota, y también se tomaron pruebas y exámenes.
Por supuesto, solía haber períodos en los que la vida en la Universidad Politécnica se detuvo. Desde enero de 1905 hasta septiembre de 1906 no se impartieron clases debido a la primera revolución rusa. Luego estaba la Gran Guerra Patria. Y ahora, un año 2020 completamente pacífico trajo una nueva amenaza, esta vez de una infección por coronavirus desconocida que barrió todo el mundo. Pero la vida de la Universidad Politécnica moderna no fue interrumpida por un solo día. La gestión operativa competente, las altas tecnologías avanzadas y los especialistas de TI calificados permitieron a la universidad continuar sus actividades educativas, científicas y sociales en un formato en línea.
Como la enfermedad inexplorada era muy contagiosa, era urgente reducir los contactos entre las personas, cancelar los eventos masivos, incluidas las clases en las aulas y laboratorios. La capacitación se realizó de forma remota, los estudiantes podían estudiar en casa sin usar el transporte público. La gerencia de la Universidad Politécnica invitó a estudiantes no residentes para este período a regresar a sus hogares. Pero no todos tuvieron esta oportunidad, por lo que se establecieron estrictas reglas de seguridad en los dormitorios y se tomaron medidas preventivas. Sin embargo, es imposible rastrear cada paso de una persona, especialmente cuando sale del albergue. La naturaleza del nuevo coronavirus es tal que puede contraerlo incluso yendo a la tienda por un corto tiempo, ya que no todos los Petersburgers consideran necesario usar máscaras, lo que viola los requisitos de las autoridades de la ciudad. Entonces, un estudiante del Colegio Politécnico, que vive en el dormitorio No. 16, fue hospitalizado, y 110 personas que estaban en el dormitorio al momento de la confirmación de su diagnóstico fueron puestos en cuarentena. La universidad asumió la provisión de alimentos, agua y todo lo necesario para los estudiantes, a pedido de ellos. Para obtener apoyo moral, anunciaron un flash mob en las redes sociales #Polytechjuntos, donde todos los que querían apoyar a los chicos publicaron su foto con el hashtag correspondiente.
Todo terminó bien, el chico se recuperó, la observación fue eliminada. Pero después de un tiempo, la historia se repitió en el 13 ° albergue para estudiantes extranjeros. Y nuevamente la cuarentena, y ahora 540 personas, observando los requisitos de Rospotrebnadzor, no pudieron salir.
Afortunadamente, gracias a las medidas tomadas a tiempo, todos allí ya están saludables. Debemos rendir homenaje a los estudiantes que se encuentran en tal situación, se mantuvieron firmes, no lloriquearon ni se quejaron. Les pedimos a algunos que compartieran sus sentimientos de la prueba.
Bibars Bara, graduado del 3er curso en la dirección "Publicidad y Relaciones Públicas": «El período de cuarentena fue difícil, al principio un poco desordenado, y esto es comprensible, ya que no hay experiencia con tales situaciones, pero, en mi opinión, el liderazgo de Polytech hizo todo lo posible. A todos los estudiantes que vivían en dormitorios se les pagaba asistencia material, todos los días los médicos medían la temperatura de todos, se podían encontrar máscaras y antisépticos en las cocinas y en los pasillos, había la oportunidad de contactar a un psicólogo de forma gratuita. También se debe tener en cuenta que el comandante del albergue siempre estaba en contacto e hizo todo lo posible para escuchar y tranquilizar a los estudiantes.
Al principio, solo tres pisos estaban cerrados y solo una persona de cada habitación podía salir cada dos días a una tienda o farmacia para comprar todo lo necesario para él y sus vecinos. Luego, el albergue se cerró por completo, fue posible comprar productos solo en línea, recibirlos solo a través del guardia de seguridad o voluntarios dentro del albergue, lo que, en mi opinión, ¡hizo un trabajo enorme y sorprendente!
Era posible cocinar dos veces al día, de acuerdo con un horario, cada bloque durante 30 minutos, todos los días los limpiadores limpiaban todos los pasillos, a veces dos veces al día.
Los empleados de la Escuela Superior de Comunicaciones de Medios y Relaciones Públicas, en la que estudio, también se pusieron en contacto con todos los estudiantes en cuarentena, los apoyaron moralmente, trajeron productos. Incluso hicieron una sorpresa para una niña en su cumpleaños: ¡le trajeron un pastel y regalos!
En ese momento, mientras estábamos en cuarentena, la sesión comenzó y la preparación para ella tomaba todo el tiempo. Puedo decir que este, por supuesto, es un período inolvidable, aunque no en el buen sentido. Estoy seguro de que el liderazgo de la universidad hizo todo lo posible para garantizar que los estudiantes estuvieran seguros y que la cuarentena terminara de manera segura. Espero que esto no vuelva a suceder ni con nosotros ni con los demás.».
Abubaker Issa, graduado de la magistratura, dirección "Ingeniería de Software", IKNT: «Hay personas a las que les resulta difícil soportar el período de cuarentena, pero todo me fue bien. Tuve tiempo para concentrarme en mi disertación, tiempo para practicar lo que aprendí en la universidad y tiempo para relajarme. Cuando queríamos comprar productos, los pedimos en línea, y los voluntarios que Polytech nos designó los trajeron. El sindicato apoyó financieramente, y el club PolyUnion ayudó a estudiantes en facultades preparatorias».
Nguyeng Hang, graduado del segundo curso en la dirección "Publicidad y Relaciones Públicas": «Durante la cuarentena, al principio me sentí un poco asustada, pero podía manejarlo. Traté de limpiar cuidadosamente la habitación, lavarme las manos con frecuencia, usar una máscara mientras cocinaba y seguí las reglas del albergue. Polytech nos ayudó mucho, envió productos, máscaras y guantes. Además, el personal de la universidad nos animó cuando estábamos aislados. Fui a practicar deportes en la sala para mantener mi salud y me preparé para los exámenes. Por supuesto, fue un momento difícil, pero tenía que pasar por eso para protegerse y proteger a los demás. De buenos recuerdos: ayuda de Polytech, que nos apoyó tanto física como mentalmente, de lo que puedo concluir que Polytech es una escuela muy buena y amigable. Muchas gracias, Polytech».
Desde el 15 de junio, el Politécnico ha abolido parcialmente las medidas para un régimen duro durante el período de la pandemia; desde el 28 de junio, se han levantado parte de las restricciones en el Campus. Sin embargo, el liderazgo de la universidad alienta a todos los empleados y estudiantes a no relajarse. «El riesgo sigue siendo, por lo tanto, es necesario mantener mayores requisitos para el régimen de acceso en el campus y apoyar el trabajo de una sala de estar especial en el campus, – sugirió en la reunión en línea del Consejo Académico de SPbPU el jefe del departamento administrativo del rector y la sede operativa para contrarrestar la propagación de la infección por coronavirus Vladimir GLUKHOV. – Esta experiencia debe ser preservada para el futuro para ser utilizada en cualquier situación que pueda surgir allí. También creo que es necesario crear una comisión especial sobre situaciones de seguridad y emergencia en el órgano supremo de gobierno de la universidad: el Consejo Académico».
El rector de SPbPU Andrei RUDSKOY apoyó la propuesta de formar una comisión: «Necesitamos un cuerpo de trabajo de este tipo bajo el Consejo Académico, porque los desafíos son completamente inesperados. Hablando en sentido figurado, es demasiado temprano para cubrir las armas. La situación es muy difícil en San Petersburgo, a fines de agosto puede haber un aumento cuando los estudiantes de las regiones regresen. Consultaremos con el ministerio, pero debemos ser conscientes de que, tal vez, continuaremos el aprendizaje a distancia.».
