Una colaboración fructífera puede verse socavada por una serie de factores, incluidos los intereses y la cultura corporativa diferentes, las regulaciones locales e incluso simples malentendidos. Cuando dos empresas están divididas por una frontera gubernamental, la gama de posibles obstáculos solo se expande. Las complicaciones pueden deberse a una barrera del idioma, diferencias culturales, regulaciones de exportación / importación y muchas otras circunstancias. Desde principios de 2020 la Instituto de gestión industrial, economía y comercio viene trabajando en un proyecto que tiene como objetivo investigar este tema y mejorar la colaboración futura entre empresas de Rusia, Finlandia y otros países limítrofes.
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