Otra estudiante de la Universidad Politécnica ha contado sobre su vida en el extranjero durante la cuarentena. Olga GOLOVAN estudia en la Universidad Friedrich-Alexander (Alemania) como parte del programa Erasmus+. Nos ha dicho como se lleva a cabo la educación a distancia en las universidades de Baviera en este tiempo difícil para todos debido a la cuarentena.
- Olga, cuéntanos, ¿cuándo llegaste a Alemania? ¿Cuándo se declaró la cuarentena en el país?
- Llegamos a Alemania a principios de marzo, solo unos días antes de todos estos eventos. Se suponía que el semestre comenzaría el 20 de abril y que antes tendríamos cursos intensivos de alemán. Sin embargo, a causa de COVID-19, jardines de infancia, escuelas, universidades y oficinas comenzaron a cerrarse en Alemania. Después de un rato, el gobierno de Baviera decidió cerrar absolutamente todas las instituciones educativas y hacer la educación a distancia; se cerraron todas las tiendas (excepto supermercados y las farmacias), los cines, los museos, los gimnasios y las bibliotecas. El 21 de marzo se anunció la cuarentena en Baviera y el 23 de marzo en toda Alemania.
- ¿Qué se puede y qué no hacer durante la cuarentena?
- Todos los residentes deben quedarse en casa. Se puede salir sólo a la tienda o farmacia, también se permite hacer deporte: correr en parques o montar en bicicleta. No se puede reunir en grupos de más de dos personas a menos que se comparta la vivienda. Se debe guardar la distancia de al menos dos metros con respecto a otras personas. Se impone una multa por la violación de las normas de cuarentena que puede llegar a 25.000 euros.
- ¿Cuál fue la reacción de los ciudadanos a la introducción de la cuarentena?
- En los primeros días había pánico, la gente literalmente vació los estantes de los supermercados, la policía controlaba la ciudad, preguntaban a la gente a dónde iban, le recomendaban regresar a casa. Pero después de una semana, la situación se estabilizó y ahora todo está en calma.
- ¿Cómo van tus estudios?
- Los cursos de alemán fueron cancelados en relación con la situación. Como alternativa, nos ofrecieron varias plataformas en línea, donde podemos elegir los cursos que nos gusten y aprender alemán de forma independiente. En mi opinión, las clases en línea no nos proporcionan la información y el conocimiento que podríamos obtener al asistir a clases presenciales, y la comunicación en vivo con los profesores no puede ser reemplazada por nada. Pero dadas las circunstancias, la educación a distancia es mejor que nada.
- ¿Qué puedes decir sobre la educación a distancia en general? ¿Te cuesta trabajar en este formato?
- Además de estudiar en la universidad, vine a Alemania para pasar el período de prueba en Fraunhofer IIS: Fraunhofer Institut Intergrierte Schaltungen (el Fraunhofer Instituto para Circuitos Integrados). Debido a la cuarentena, también se ha introducido una serie de restricciones aquí: por ejemplo, ahora está prohibido contactar con nuestros colegas del departamento vecino. Todo el Instituto se transfirió al modo de trabajo remoto. Sin embargo, la organización es de alta calidad y los empleados tienen todo lo necesario para trabajar: nos han proporcionado portátiles, acceso remoto a los ordenadores del Instituto, incluso nos han permitido llevar los monitores a casa. Para mí, el modo de trabajo remoto es muy difícil, ya que no estoy acostumbrada a estar todo el día en casa y no comunicarme con nadie. Por eso, vine al trabajo varias veces. El Instituto estaba completamente vacío, solo unos pocos empleados tan valientes como yo estaban allí.
- ¿Estás en casa todo el tiempo?
- A pesar de la situación, la cuarentena y las prohibiciones, tengo una oportunidad de viajar en mi tiempo libre. Durante el mes de mi estancia en Alemania, examiné Erlangen, así como visité varias ciudades vecinas: Núremberg, Fürth, Bamberg, Wurzburgo. Normalmente hay multitudes de turistas y lugareños en las ciudades, pero logré caminar por las calles estrechas y absolutamente desiertas de las antiguas ciudades alemanas.
Por supuesto, cuando se cancele la cuarentena, volveré a estas ciudades para visitar museos, iglesias, probar la cocina local y ver la vida de una ciudad animada.
- Olga, ¿qué puedes decir a otros estudiantes que se encuentren en esta situación?
- ¡Que no pierdan el ánimo! Por alguna razón, la vida nos ha presentado tales pruebas y debemos superarlas. Es necesario encontrar unas ventajas incluso en esta situación; sin embargo, tenemos una oportunidad única de vivir y estudiar en otro país, estudiar su cultura y costumbres, hacer nuevos amigos y ver como los países de Europa responden a la situación de crisis. Las dificultades son temporales, ¡y las impresiones de este viaje permanecerán con nosotros para toda la vida!
- Olga, ¡gracias por una entrevista muy interesante! ¡Qué tengas éxito y buena suerte!
Preparado por los Servicios Internacionales de la SPbPU. Texto: Olga DOROFEEVA