19 mayo 2024

Ogul UNAL: No tengo miedo de equivocarme

19 octubre 2020
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“Hablo bien inglés, pero quiero mejorar mi ruso, admitió Ogul UNAL insistiendo en hacer la entrevista en ruso. El joven ambicioso llegó a San Petersburgo de Turquía hace dos años. Decidió que quería estudiar en Rusia y obtuvo una maestría en la Universidad Politécnica de San Petersburgo Pedro el Grande. Ahora hace un posgrado en la misma universidad, en el Instituto de Ciencias de la Computación y Tecnología. Ogul no sólo es un joven científico talentoso, sino que también es un profesor favorito de los estudiantes de la Escuela Politécnica Internacional de Verano, y pasa su tiempo libre tocando la guitarra. 

Ogul se ha dado cuenta de que es imposible vivir en Rusia sin hablar el idioma. Y su secreto personal para aprender un idioma es no tener miedo de cometer errores y luego rectificarlos. Aunque a veces echa de menos su hogar, ama a San Petersburgo. Está orgulloso de haber conectado su vida con la Universidad Politécnica.

— Ogul, ¿por qué decidió Ud. ir a estudiar al extranjero?

— En Chivril, mi ciudad natal, viven menos de 20 mil personas. Como siempre he tenido ganas de irme a una gran ciudad, elegí una universidad en Estambul y estudié en la Facultad de ingeniería informática. Tuve el impulso de aprender algún idioma cuando ya estaba trabajando en mi especialidad. Hablaba alemán de nivel básico, pero no tenía ganas de seguir aprendiéndolo. Elegí el ruso porque estaba rodeado por él y me gustó como sonaba.

Al principio cumplí un curso de ruso de 9 meses. Después decidió seguir el máster en Rusia. Ya había visitado San Petersburgo antes y me había gustado mucho. Descubrí que en la Universidad Politécnica había un plan de estudios “Sistemas Inteligentes”. Eso era justo lo que me interesaba: inteligencia artificial, aprendizaje automático, sistemas de control y mucho más. Inicié mis estudios de maestría cuando tenía 27 años. Al terminarlos, me aconsejaron seguir el doctorado.

— ¿Por eso decidió Ud. quedarse? Supongo que has encontrado un trabajo también.

— Actualmente, tengo un trabajo interesante en el campo de la optimización de motores de búsqueda, está bien pagada. Además, llevo a cabo importantes estudios científicos, trabajo de profesor en la Universidad Politécnica y me encanta. Pero tengo mucho miedo del examen de Filosofía que tendrá lugar en solo una semana. ¡Eso es lo que me preocupa ahora!

— ¿Y por qué se sienta Ud. intimidado por esta asignatura?

— Creo que Filosofía es una asignatura muy importante porque influye en nuestro modo de pensar, nos enseña a comprender la ciencia y el orden mundial. Aunque me gusta Filosofía, me cuesta expresar mis ideas en ruso. Así que a veces me parece que solo sé que no sé nada, como Sócrates. Además, el examen se llevará a cabo de manera tradicional en el aula de lo que ya hemos perdido la costumbre debido a la pandemia.”

Ogul insistió en que el entrevistador hablara sólo ruso

— De hecho, para alguien que lleva sólo tres años estudiando el idioma, Ud. lo habla muy bien.

— A pesar de que hago mi mejor esfuerzo para utilizar ruso lo más frecuente posible, sigo teniendo unos problemas. Entiendo perfectamente lo que dices, pero a veces es difícil expresarme. Además, tengo mala letra. El alfabeto ruso tiene el signo blando y el otro — el signo duro. Siempre los confundo. Sin embargo, no tengo miedo de cometer errores en general. Si me equivoco, siempre trato de encontrar una manera de arreglarlo.

— Y al principio, al llegar a Rusia, ¿era difícil para Ud.?

— Los estudios eran un poco intensos. Pero me gustaba tener que trabajar mucho, hacer la tarea de casa. Gracias a esto, pude entender incluso asignaturas muy difíciles. Y en cuanto a los conocimientos del idioma, leí muchos libros de autores rusos como Tolstói, Dostoyevski, Chéjov y otros. Me gusta mucho la cultura rusa, el alma rusa. Fue interesante conocerlos tanto a través de los libros como en vivo.

Los momentos más difíciles son cuando echo de menos me falta la comunicación en vivo con mi familia. Además, echo de menos nuestra cocina nacional, pero llevo mucho tiempo acostumbrándome a la comida local. Sueño con ir de vacaciones a casa por al menos 10 días.

— ¿Qué cosa le gusta más de San Petersburgo?

— Me parece una ciudad especial, aunque un poco depresiva. Esto se debe en gran parte al clima nublado. Pero en comparación con el mismo Estambul, es una ciudad segura. Aquí está tranquilo y bien. 

Me encanta la calle Rubinstein, es muy evocadora y hay mucha gente. Tiene una energía particular. También me gusta la avenida Nevski con sus vistas estupendas. El campus de la Universidad Politécnica también es muy querido. Es elegante, hay edificios modernos y edificios antiguos e incluso hay un parque. Si tuviera invitados, ¡definitivamente les mostraría la Universidad!

Aunque San Petersburgo le parece a Ogul un poco deprimido debido al clima, aquí se siente tranquilo y bien

— ¿Qué le gusta más de la SPbPU?

– ¡La gente! Amo a mis profesores que me ayudaron y me enseñaron mucho. Estoy muy agradecido por mis conocimientos al director de la Escuela Superior de sistemas ciberfísicos y gestión Vyacheslav SHKODYREV, al profesor Vladimir POLYANSKY, a los profesores asociados de la misma Escuela Superior Vyacheslav POTEKHIN y Konstantin SEMENOV, a nuestra coordinadora Elena SELIVANOVA y a muchos otros.

— Cuéntenos sobre sus intereses científicos.

— El aprendizaje automático. Es una rama de la inteligencia artificial. Entrenamos el modelo para resolver el problema de la clasificación de objetos, es útil en muchas áreas. Por ejemplo, mi trabajo de calificación de posgrado en la maestría involucró la adquisición de las señales cerebrales y su uso para registrar la actividad. Este proceso se llama electroencefalografía. El punto es que se puede controlar al robot simplemente pensando en ello, es decir, con la mente, y sin hacer nada más. Por ejemplo, piensas: “¡A la izquierda!” o “Quiero ir arriba” — y el robot lo hace. Es útil, por ejemplo, para las personas con discapacidad. Nunca he soñado con ser médico, pero me gusta ayudar a otros y facilitarles la vida usando el aprendizaje automático.

Una de mis publicaciones científicas se refiere a la electromiografía: teníamos un aparato especial que se colocaba en el brazo y detectaba señales aprendiendo el lenguaje corporal. Así se puede determinar qué movimiento de la mano estoy haciendo en este momento, y para eso es necesario tener una base de datos de resultados de instrumentos. Teniéndola, se puede enseñar al ordenador cómo responder a diferentes situaciones. Así el ordenador puede prevenir los delitos registrando armas en las cámaras de vigilancia. O, por ejemplo, puede predecir el ingreso mensual de una empresa usando un algoritmo de macrodatas. Nosotros aprendemos de manera siguiente: recibimos una información, la recordamos, repetimos — y así obtenemos un nuevo conocimiento. Los ordenadores hacen lo mismo.

— ¿Y qué le parece más poderoso: un ordenador o un cerebro humano?

— Sin duda, el potencial del cerebro humano es mucho más alto que él del ordenador, ¡porque es un cerebro vivo! Consiste de muchas neuronas que están conectadas entre sí. Aprendemos muy rápido gracias a sus procesos internos. Todavía no conocemos absolutamente todas las capacidades del cerebro humano, pero ¿no es sorprendente que una persona pueda aprender algo en un segundo? Recibimos una información y luego podemos mejorar y multiplicar este conocimiento. El ordenador no puede hacerlo tan rápido. Pero a diferencia de ser humano, el ordenador no olvida nada, revelará fácilmente un hecho que sucedió hace muchos años, y el humano no lo recordará.

— Cuéntenos sobre su experiencia docente.

— Este año enseñé aprendizaje automático en la Escuela Politécnica Internacional de Verano. Debido al aislamiento y las fronteras cerradas, las clases se impartieron en línea por primera vez, pero todo salió bien. Incluso nos mostraron en la televisión. En la Escuela de Verano participaron más de 300 personas de 27 países. Los participantes de la Escuela eran muy interesados y motivados en los estudios, todos hicieron frente a las tareas y al proyecto final, para el cual trabajaron con una base de datos real.

Las clases en línea de la Escuela Politécnica Internacional de Verano mostraron en la televisión

Me gusta enseñar ya que no solo les doy una información a los estudiantes, sino que también aprendo algo nuevo yo mismo. Trato de explicar en las clases cómo se puede utilizar eficazmente el conocimiento recibido. Siento que los estudiantes no se quedan indiferentes, por eso me encanta enseñar. Ahora quiero dar las clases no sólo en un programa a corto plazo, sino también durante el año académico.

— Ogul, seguramente Ud. tendrá consejos para los estudiantes internacionales que ingresen a las universidades rusas.

— Primero, hay que aprender ruso. Es que sin el conocimiento del idioma es imposible vivir aquí. Segundo, prepárate para vivir solo los primeros días. Al principio, tienes que adaptarte al estilo de la vida rusa. Más precisamente, lo contrario: los rusos necesitan tiempo para acostumbrarse a tí. Me he dado cuenta de que los rusos son muy discretos, incluso fríos al comienzo de la comunicación. Pero después de un tiempo, se vuelven mucho más abiertos y sociables y te permiten comunicarte con ellos más de cerca: se necesita paciencia para llegar a este nivel, cuando el residente de San Petersburgo “descongela”, es decir, permite entrar a su vida. No es malo ni bueno, solo quería compartir lo que noté en mi experiencia. Me estoy volviendo más discreto aquí, incluso mi familia me pregunta por qué me he vuelto así. De hecho, todo está bien, es que vivo en la capital del Norte de Rusia.

Ogul: “De hecho, todo está bien, es que vivo en la capital del Norte de Rusia”

Y también recomiendo a los estudiantes internacionales que visiten todos los museos. San Petersburgo tiene un alma, y es imposible verla sin visitar los museos y sin ver los principales monumentos y lugares de la ciudad. Asegúrate de explorar esta ciudad, ¡es hermosa!

— Ogul, muchas gracias por la interesante conversación. ¡Qué tenga Ud. éxito en el examen de Filosofía y el año académico interesante!

Preparado por la Oficina de las Relaciones Públicas de la SPbPU